“Huellas de la Conciencia” es la exposición fotográfica que hace conocer la autoría de algunas de las fotografías del periodo de la guerra en El Salvador que se han convertido en símbolo para algunos, y que se ignora el sentido de la imagen captada en este caso por Augusto Vásquez.
Vásquez es de origen mexicano, aunque según él, "es más salvadoreño que las pupusas". Estudió en la Universidad Autónoma de México, es profesional en la fotografía y su llegada a El Salvador se debió a su empeño por entender las situaciones sociopolíticas que hay en el mundo.
De esa manera lo convocaron a participar en la revolución salvadoreña y según el fotógrafo fue una manera de colaborar con el proceso de cambio en este país, fue así como se incorporó al Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).
Para Augusto Vásquez, “la peculiaridad de estas fotografías es que no fueron hechas con un carácter periodístico porque en este caso no son imparciales, en mi caso yo estaba integrado en la guerrilla entonces mi trabajo era totalmente propagandístico y de conocimiento de estos hechos para el mundo, lo que se hacía era enviarlas a una organización internacional y de ahí se procesaban y pasaban a formar parte de revistas, afiches, volantes y otras publicaciones que eran difundidas por todo el mundo ”.
Una de las imágenes que se ha conocido es sobre cómo operaban las fuerzas especiales, “muy fuerte y muy importante muchos la comparan incluso con movimientos de ballet, porque en ella observamos a tres combatientes en una posición de coordinación y de movimiento prácticamente perfecta, esta era la manera en la que ellos operaban estrictamente de noche por eso en sus movimientos no podía haber error de haberlo, podía ser pisar una mina”.
El sujeto que va delante se encarga de explorar el terreno, su trabajo es observar que no haya una mina u otra trampa, porque el que va atrás pone su pie exactamente donde el otro lo quitó y esto lo hacían en total oscuridad.
“La práctica que observamos aquí es impresionante la concentración y la capacidad de coordinación y de dominio personal, físico y mental para desarrollar ese tipo de actividad afortunadamente la imagen logró captar eso que es lo impactante de la fotografía, ver los rostros, la tensión en los cuerpos, el movimiento y además que la fotografía logra una composición importante”, dijo Vásquez.
La fotografía de Monseñor Romero
"En ese momento yo vine a reconocer como era la situación del país y para todos los que veníamos era casi obligatorio asistir a las homilías de Monseñor Romero, la iglesia estaba totalmente abarrotada y había gran cantidad de periodistas pero además de que la imagen fue importante y muy simbólica que ha dado la vuelta al mundo nos trajo algo más. Ese día, después de la conferencia de prensa que daba Monseñor se le hicieron varias preguntas un tanto interesantes de parte de mi compañero y nos mandó decir que quería hablar con nosotros y así pasamos tres días con Monseñor, viendo todo el trabajo que él hacía desde que se levantaba hasta acostarse. Se hizo varias fotografías que circulan alrededor del mundo pero en esos tiempos no se podía decir la autoría de las fotos. Ahora en esta muestra he podido recuperar algunas".
La foto del afiche: “La piedad”
“A mi manera de ver, resume lo que significa el sacrificio de un pueblo, donde vemos a un compañero que ya está falleciendo, el compañero murió a los instantes de haberse tomado esta fotografía y hay otro compañero que está tratando de darle aliento, sin embargo eran situaciones que se vivían. Uno muere y el otro sigue adelante”.
La muestra, que consta de unas 17 imágenes, se encuentra en el Segundo nivel del edificio Bibliotecario de la Facultad Multidisciplinaria Oriental y permanecerá en exposición hasta el 27 de febrero de 2015.
|